Venus del espejo, Velázquez

Se trata del único desnudo femenino que se conoce de Velázquez, pintado para uso privado, lo que evitaba toda clase de problemática moral, causada por este tipo de obra.
La mitología griega cuenta que Venus es la diosa de la belleza, por lo que la imagen deja ver el concepto de máxima belleza corporal femenina que tenía el pintor. En una postura grácil, recostada sobre sábanas y de espaldas, Venus mira al espectador a través de un espejo sostenido por su hijo Cupido.
En el lienzo se aprecia la ausencia de elementos espirituales o religiosos. El rostro de la protagonista reflejado en el espejo se muestra como una imagen ambigua, centrando la atención exclusivamente en la contemplación de su cuerpo. Este ya no se percibe como un "otro" destinado para ser servido o amado, lo que los antiguos griegos denominarían Amor Agapē, sino más bien como un "otro" destinado al uso, disfrute o degustación propia, es decir, el Amor Eros.